A veces creo que ya te conozco
mejor que me conozco cada día.
Pero la verdad es que te busco,
te busco con el tiempo que se va,
en el fondo de un vasto mar,
entre las montañas de pura sal,
y cerca de un mundo absurdo.

¿Estás en el desierto,
en las caligrafías de oro
de las caravanas árabes?

O, ¿estás en la sabana,
en los vivos movimientos
de los potros felices?

No sé si estás en Asia,
en la boca de un gorrión
en un campo de arroz.

Tu dulzura
Tu hermosura
Tu belleza
Tu pureza
Tu caricia
Nada más
que busco
hasta entonces
Nada más
que necesito
para conocerte.

Sigo buscándote, Poesía,
hasta que te encuentre
aunque no florezcan las rosas
para parfumar mis pasos,
aunque las luciérnagas
ya no tengan ninguna luz
para alumbrar mis selvas.
Sigo buscándote, Poesía,
hasta que te encuentre
y que me des
tu dulzura
tu hermosura
tu belleza
tu pureza
y
tu caricia.

Jogjakarta, 15 de febrero de 2005