Mirada en valles de belleza,

tus cabellos húmedos, violentos.

Son ríos de lluvia de versos,

caen sobre tus ojos que son tristeza.


Entre sueños dibujo tu espalda,

única y atractiva, eclipsa mi finitud.

Asido de ti, el recorrido es de luz

En el desliz ríes juvenilmente y

tomando tú el cayado,

continúas imperiosa la jornada.


Olvidas la fragilidad del cuerpo, luchas;

deslíes la realidad, y la interiorizas;

haciéndola tuya, existes, trasciendes

a través de mí, tu conciencia avivada.


¿Por qué sufres mujer? Siendo una estrella,

un hato de sentimientos y pasiones;

¿No sabes que el sufrimiento redime? pero…

¡Al mismo tiempo te consume!


Es arcano el futuro, y nuestros caminos disímiles,

más glorioso el momento eterno

en que te vi con tus cabellos húmedos y

tu voz suplicándome al oído:

¡Escúchala!

(ESTIMADOS AMIGOS: APRECIARIA REALMENTE SUS COMENTARIOS)