Ha caído en la desgracia;
su fé se ha desmoronado
y su patria se ríe de él.

Ya estaba con síntomas de sinsabores;
no creía en nada que no viera,
y reacio era a la ternura.

Amaba pero no quería atarse;
soñaba mas no comprendía,
vivía pero pensaba en los muertos,
y su ira era incontenida…

Ella siempre andaba herida,
era alegre, trágica y a veces violenta,
pero lo quería…

Cuando lo abrazaba lo sentía;
en los ojos, en la piel que no mentía.

En la lucha armada todos se envolvieron
enloquecidos por amor en ideas desbordadas…

Por las costas y desiertos,
en los bosques y en los mares
dejaron su emblema genocida todos.
Ahora les espera la cadena perpetua,
cárceles frías, barreras sin oídos,
como fieras enjauladas.

Es muy tarde para mirar atrás
y lejos ya para arrepentirse
ellos saben lo que son…

Porque nosotros somos los que fuimos,
seremos los que fuimos,
por los siglos de los siglos
amen.