Me siento así como tan rojo.
Me siento así como tan azul,
como tan gris,
como tan ruidoso,
como tan inhumano... y como tan rojo.

Estoy como tan raro...
algo así como una manilla olvidada en un hotel,
como un tango mal bailao, como tan expropiado,
como tan extraño... Me siento así como tan rojo.

Paresco tan entregado a las embriagueses del cuerpo un martes a las dos de la tarde,
tan absurdo...

Violento y rojo.

Paresco así como tan rojo.
Me adivino silvando,
sedado,
encima de la cama,
a la merced del alcohol
y algo asi como el amor... y creo, estoy, como tan rojo.

Me siento así,
como tan olvidado,
como tan injusto,
como tan extraño al mundo de alla afuera que funciona a ritmo de reloj y calendario,
como tan fuera de tiempo de ese mundo de sonrisas baratas y heridas pasajeras,
de ese mundo de alla afuera como tan falto de colores y como tan falto de rojo...

Me siento asi como tan feliz, como tan enojado, como tan feliz y como tan enojado que paresco como tan rojo...

Me siento así, como tan rojo...