El misterio ineludible de la quena,
el pausado resoplar de bella flauta
los tambores de los truenos y los rayos
los susurros, los murmullos, los gorjeos, los silbidos,
los trinares, los chillidos, los bramares, los latidos….
Son sonidos que acicalan mis oídos
y acarician con un gozo mi alma entera

Los aullidos melodiosos de los lobos,
los maullidos armoniosos de los gatos,
y esa nota que se escucha en lontananza
son la orquesta natural de los ocasos.

El trinar de los pájaros cantores,
el escándalo chillón de las cigarras,
y esa quena que se ausculta en la distancia
son la orquesta natural de las auroras.

El murmullo de las aguas de los ríos
y las olas que acarician sus orillas;
los tambores tremebundos de los truenos
y las gotas percutiendo contra el suelo;
el clamor de los batracios y los grillos,
los zumbidos infinitos de la abeja
son acordes de la música terráquea

El susurro de las brisas cotidianas
trae consigo los acordes de la vida:
¿Qué no escuchas, dices? Haz silencio
¡y disfruta de la música vital!