hoy me he reído sin memoria
forzando un paso envejecido
todas las partes de este cuerpo
han olvidado su destino
han caído en el sol
han muerto de una sola mirada
he aprendido el camino de todas las hojas
el tiempo se ha pintado el rostro
se ha vuelto una cuestión sin espacio
una palabra sin espuma

me ha levantado una pendiente
un temor antiguo de una voz sin huesos
una pena de volver sin ningún ojo en la ventana
ligero espectral
recogiendo los zapatos de otro ser
aquel desenfundado cadáver que respiraba como dios
dormía sobre el fuego
y hablaba con voz de la muerte

hoy he creído que existo por un instante
he mirado los espíritus vacíos
he mirado el humo del destierro
otra vez la piedra está sola
la serpiente canta ebria
se arrodilla levanta las alas
se vuelve hombre
al final del día abraza su frío
y observa su cuerpo triste
y piensa en su pie descalzo
olvidado para siempre en los suburbios del cielo