Por Sergio Hernández Gil (tobegio)

Habrá tiempo
distancia
noches enteras de luna blanca,
mil caminos recorridos
sobre la faz del planeta
y un sólo grito ahogado
en la garganta sin fuerza...

será el tiempo de la luz
y del fuego que come al fuego,
y del miedo a flor de piel
como una rosa abierta+
y entre tú y yo,
amor,
habrá solo una cadena...

tendrá el tiempo su tiempo
de morir y nacer
en un eterno,
infinito,
único,
angustiado latido paralelo
al violento choque
de un beso
universal y cuerpo a cuerpo...

será como caer
desde la cúspide del cielo
sobre un cristal de nieve y roca...

será como ir desde el fondo
de la húmeda cueva
hasta la nube atómica...

será un estallido de amor,
un segundo solo,
nuestro
indestructible puente
a la efímera
eternidad de un
orgasmo
incandescente...

vendrá el tiempo para el tiempo
en que el hombre al hombre empuje
hasta el hombro del espacio
y ahí en equilibrio,
tembloroso se levante
para andar, de manos,
por las brechas insomnes de tu cuerpo...

habrá amor tras fuego y viento,
pasión bajo tu falda y en tu pecho
henchido ya no habrá lamentos,
y en el cálido recipiente de mis besos
brotarán como agua los
¡te quiero!

habrá tiempo
entonces
sólo para el tiempo
del amor
y del fuego...