Los pasos sosegados, lentos, reflexivos
de los que andan fantasmales
cerca del arpa
por el correr de tantos años...

Tiempos en que hubo amor, rencor,
rutas por el dolor y la pérdida;
por la fuga casual a otro destino...

Caer, levantarse, llorar y
haber reído a carcajadas;
soñando en los cariños que se fueron,
en la tristeza de los matorrales silenciosos...

En las arrugas y el paso certero de la guadaña
que gira segura y paciente
esperándonos a todos, se encuentra la belleza
del sufrimiento, que corre tormentoso
sobre nuestras almas pecadoras...

Los que se van se aferran más a la vida y
la juventud se arrastra al desenfreno...

Motivamos, creamos, rechazamos,
la vida corre mucho apurando el desenlace...

¿Da temor la senectud,
los vacíos de la mente,
la salud resquebrajada
y los sueños destrozados?

Mis pies dolorosos se crispan
en la ida a otra esfera,
a otra dimensión, a otra nueva vida....