Baldosas siderales bajo mis pies huraños
que marcan el camino de un siglo desmedido
son losas invisibles curtidas por los años
con cada paso dado, con cada error sufrido

Son adoquines calvos signados por ausencias
que irradian sinsabores y cargas manifiestas
son lágrimas heladas con graves consecuencias
y voces silenciadas por gritos de protestas

Jugué contra el destino perdiendo las apuestas
nadé contracorriente ahogándome la vida
y en éste, mi trayecto , no quedan más respuestas
que velos desgarrados por otra despedida.

Adiós le dije al cielo, adiós a los amores
adiós al verde campo, adiós al mar sereno
pues todo lo que queda son vicios y rencores
y todo lo que bebo me es ácido y veneno.

Baldosas siderales con su destino incierto
que marcan el sendero de viajes defraudados
son lozas descuidadas en un camino yerto
por dónde sólo pasan los sueños ya olvidados.