Esa cinturita es albergue ideal para mi hijo
esos pechos lo nutrirán hasta hacerlo grande
mi primogénito merece soñar en tu regazo,
en un instante de inspiración sonríe contigo
se abre paso a través de la tinta;
juega con los bucles de tu cabellera
y te deja sorprendida a medianoche.

Un cántico emerge del país de los sueños...

Tus risas alocadas regocijarán el mediodía hasta hacerlo florecer
y la tarde de mi hijo ya tiene asegurado un parque con césped
para sonreír bajo un árbol.

Esas manitas que ahora me saludan plegando el jazmín
van bordando la seda y el encaje de un sueño azul,
apenas suficiente para el rosicler de mi hijo
y la vendimia se ha anunciado.

Sacro anuncio que me hace escribir ahora aquí...

Tus pasos van acercando a mí al hijo deseado
tan rápido como tu sonrisa hace huir la niebla de mi atmósfera
así barrunto a mi primogénito en la puerta.

El nítido trinar de tu voz confirma a plena luz
el fruto de mi esperanza.