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Camino mismo que recorren todos los días las mismas personas. Es un caminito pedregoso bordeado de una gramilla afelpada, decorada con diminutas campanillas moradas de flores de tréboles.

Cada uno de los que lo recorren lo llaman de diferente forma, aunque todos lo conocen igual, saben donde hay una esquina, saben donde hay un bache, saben donde hay una piedra para sentarse a descansar. Unos lo llaman senda, otros vía, otros, callejón y así lo caminan y marcan sus huellas día a día.

Sin embargo, se desgastan algunos de los viandantes en una discusión cerrada en la cual cada uno quiere imponer su dominio. Sacan a relucir nombres de "expertos" para indicar cómo cada uno puede demostrar sus razones sin importarles que la mayoría anda feliz y desprevenida y que de lo único que gozan es el saber que ahora es más fácil ir por allí, por esa senda que por una trocha o camino de herradura antiguos.

¡Salud!
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