El frío besa pieles de manzanas, viento frío
pasea en el jardín rozando amarillas hojas,
que asumen el abrazo otoñal sombrío
y en triste vuelo muerte hallan entre hierbas rojas.

En el umbral vacío ella yace; ojos daño,
trémulas manos encrespando seda del vestido,
hombros rendidos bajo el peso de los años
que ayer brillaban y hoy carecen de sentido.

El canto de los violines ha cesado, blanco cuello
se tensa frágil ritmo aún buscando.
Recuerdos de alhelíes rocían su cabello,
recuerdos de fantasmas que le quitaban dando.

Aquellos que antaño pasaron por su cama
comprando sus encantos, mentiras derrochando.
Sonríe entre perlas de lagrimas la dama :
su alma regalaba…hoy sigue añorando.

Aún sintiendo en arrugada piel abrazos; diamantes
destellan su cabello que en tinte ahoga cana.
Ayer tenía un jardín repleto de amantes,
muere hoy sola en umbral, abandonada vieja cortesana.